MUJERES MALDITAS: Lucrecia

El último rey Tarquinio II llamado el Soberbio estaba en  la ciudad de Ardea en Italia.

Cuando estaban en el campamento romano el hijo del rey llamado Sexto Tarquinio  y el sobrino del rey llamado Lucio Tarquinio Colatino apostaron sobre cual de sus mujeres era la más virtuosa. En Roma encontraron a la esposa del hijo del rey en medio de una orgía, mientras que la esposa de Colatino, llamada Lucrecia, estaba tejiendo en la habitación esperando a su esposo. Colatino ganó la apuesta, y Sexto Tarquinio se sintió  atraído por Lucrecia. Se presentó en casa de Lucrecia con una espada, pero ella se negó a sus peticiones. Él cogió una espada y la amenazó diciéndole que si no le hacía caso la iba a matar y luego mataría a un esclavo, y lo colocaría en su tumba junto a ella y diría que los había encontrado deshonrando el nombre de su esposo y su familia. Sexto Tarquinio violó a Lucrecia.
Al día siguiente Lucrecia llamó a Tarquinio Colatino, a su padre y a un primo del rey, Lucius Junius Brutus. Les contó lo que había pasado y seguidamente sacó un puñal y se atravesó el pecho suicidándose. 
Los conjurados mataron al hijo del rey y expulsaron a Tarquinio de Roma. Después proclamaron la República y eligieron un Senado y pusieron dos cónsules: Lucio Junio Bruto y Lucio Tarquinio Colatino. En el año 509 a.C. a Lucio Junio Bruto le correspondió ser el fundador de la República en Roma. Bruto le obligó a Colatino a renunciar diciendo que era un Tarquinio y que no era digno. Cuando Tarquinio el Soberbio intentó recuperar el trono murió en combate y no consiguió hacerse con el poder y la República sobrevivió.