diumenge, 28 de maig del 2017

LOS AMORES DESGRACIADOS DE APOLO

Apolo y Dafne


Eros, un joven, maldijo a Apolo después de que se burlase de él por jugar con arco y flechas. Lo que hizo Eros fue cojer una flecha de oro (que incitaba al amor), con la que disparó a Apolo, y otra de plomo (que incitaba al odio), con la que disparó a Dafne. Esto provocó que Apolo se enamorase de Dafne al mismo tiempo de que ésta aborreciera a Apolo. 
El padre de Dafne, Ladón, le dijo que quería que su hija se casara para que le diera nietos, pero ella no quería con lo cual le suplicó a Ladón que la dejase soltera. Aún así, Peneo le dijo que era demasiado bella como para no tener nunca a ninguno de sus pretendientes cerca. 
Apolo, mientras tanto, iba detrás de la ninfa Dafne. Se intentaba mantener lejos de él hasta que un día los dioses ayudaron a Apolo para que la consiguiera. Como la ninfa se suponía lo que iba a suceder, invocó a su padre. Inesperadamente su piel se convirtió en corteza de árbol, su cabello en hojas y sus brazos en ramas. También dejó de correr ya que sus pies se enraizaron en la tierra. Apolo abrazó a las ramas, aún que éstas se contrajeron. Como no la podría tener como esposa le prometió que la amaría eternamente como su árbol, y siempre la ayudó mediante sus poderes a que se mantuviera verde. 

Apolo y Jacinto


Jacinto (hijo del rey Esparta) gozaba del amor de Apolo. Solía bajar para pasar tiempo con su amigo y fascinarse con los placeres de los jóvenes. Jacinto llevaba una vida muy sencilla, y ésta despertó su apetito, y le hizo una entrega de su amor a Jacinto. 
Una tarde estaban jugando a lanzamiento de disco, y una de las veces el disco cayó muy alto, y al caer hacia el suelo cayó en Jacinto. Apolo fue corriendo hacia su amigo para intentar curarle la herida que le había provocado el disco, pero no lo consiguió. Estaba muy triste, pues pensaba que por su culpa su amigo iba a morir. Finalmente Jacinto murió y Apolo juró que lo amaría por siempre.

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